La franquicia "X-Men" queda a deber con su nueva película, "Apocalipsis"
La idea central de "X-Men: Apocalipsis" es atractiva, pues incluye a uno de los villanos más temidos de Marvel, el guión de Simon Kinberg es débil y la dirección de Bryan Singer bordea la mediocridad.
El impulsor de las películas inspiradas en las historietas de X-Men, el director Bryan Singer, logró crear durante los últimos años las mejores producciones de la franquicia con "X-Men: Primera generación" (2011) y "X-Men: dias del futuro pasado" (2014). Con ambos filmes el cineasta elevó la vara de su propia saga, en tiempos en que la realización de películas de superhéroes se lanzan en mayor número y con más competitividad. Marvel ya construyó un imperio con los filmes que entremezclan a sus personajes—, pero en este largometraje el realizador queda al debe.
El guionista responsable de "Días del futuro pasado", Simon Kinberg, retoma la historia ambientándola a principios de la década de los ochenta, en plena Guerra Fría. Los personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby están separados y viviendo ritmos de vida dispares. Mientras Mystique (Jennifer Lawrence) recorre el mundo rescatando a mutantes maltratados, el profesor X (James McAvoy) se dedica al desarrollo de la Escuela Xavier para Jóvenes Talentos con ayuda de Bestia (Nicholas Hoult). Magneto (Michael Fassbender), por otra parte, formó una familia y vive bajo una identidad falsa en un país de Europa del este.
En la institución de Charles Xavier viven docenas de niños y adolescentes mutantes, incluida la poderosa Jean Grey (Sophie Turner) y el recién llegado Scott Summers (Tye Sheridan). Ambos están aprendiendo a manejar sus poderes, por lo que no son de fiar a juicio de los demás estudiantes.
Los caminos de Mystique, Magneto y Charles Xavier se vuelven a encontrar cuando un poderoso mutante despierta tras siglos dormido para gobernar al mundo. Se trata de Apocalipsis, uno de los villanos más temibles del universo Marvel. En esta adaptación el papel queda en manos del guatemalteco Oscar Isaac, figura de moda en Hollywood. El actor de 37 años ha logrado un espacio en la industria estadounidense tras protagonizar el drama de los hermanos Coen "Balada de un hombre común", y recientemente se le pudo ver en "Star Wars: el despertar de la fuerza" interpretando al piloto Poe Dameron.
Pese a que Isaac es, indudablemente, un artista talentoso, su papel como villano en esta cinta queda por debajo de lo que se podría esperar de Apocalipsis. Su personaje no intimida, no tiene carácter y a ratos sólo parece burdo.
Lo anterior se debe a una mediocre dirección de actores por parte de Singer, pues en general los personajes de esta película no se lucen en pantalla, pese a contar con un elenco de lujo. Este punto débil se percibe aún más con las sobre-actuadas intervenciones de algunos extras.
El elenco también cuenta con Olivia Munn ("The Newsroom") en el rol de Psylocke— la intervención de la actriz se limita, básicamente, a mostrar sus curvas—, Rose Byrne ("Damas en guerra") repite como la agente de la CIA Moira Mactaggert y Evan Peters ("American Horror Story") otra vez se luce como el gracioso Quicksilver.
Por otra parte, los aspectos técnicos del filme no compensan sus puntos débiles. En varias secuencias los efectos especiales parecen estar aún en fase de desarrollo. Si bien la idea madre de esta cinta es atractiva (Apocalipsis puede ser un verdadero dolor de cabeza para los X-Men) , el guión no fue procesado lo suficiente. El resultado es una cinta débil, desordenada y extremadamente larga (2 horas y media). El personaje de Turner dice en una escena de la película que "todos saben que las terceras partes siempre son las peores", en alusión a "El regreso del Jedi", pero lamentablemente aquí se comprueba esa misma hipótesis.
Fuente: Emol.com
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